Un pueblo de brujos en la provincia de Segovia

Cuenta la leyenda que en una pequeña localidad segoviana, en el siglo pasado, los hechiceros cobraron un gran protagonismo por la preparación de sus brebajes y pócimas para curar a todo aquel que se aquejase de algún mal. Los “brujos” eran los habitantes de ese pueblo, los que se conocían al dedillo cada planta y el lugar donde podían encontrarla. Una tradición la de los curanderos que ha llegado a nuestros días y que desde el municipio de Sebúlcor no quieren perder y utilizan de atractivo turístico.

Las entradas y salidas del pueblo están señalizadas con un cartel que recibe a los visitantes con un ´Bienvenid@s al pueblo de los bruj@s´. Del mismo modo, si paseamos por sus calles y como si de un juego se tratase, si nos fijamos en los tejados y fachadas de las casas podremos ver algún que otro objeto relacionado con las brujas y los hechizos, como veletas con forma de bruja en los tejados, amuletos, lunas y gatos negros como elementos decorativos, entre otros.

Sebúlcor es un pueblo pequeño al oeste de la provincia de Segovia pero con un gran encanto ya que se encuentra situado en el término del Parque Natural de las Hoces del río Duratón. No podemos ir a Sebúlcor y no acercarnos hasta las Hoces del río Duratón y contemplar esta belleza de la naturaleza que es su cañón. Además, el parque alberga una importante comunidad de aves rapaces, como son los buitres leonados, los alimoches, las águilas reales o el azor. Entre su flora, podremos divisar bosques abiertos de sabina albar y enebros, y los bosques de ribera formados por sauces, fresnos, álamos, olmos y alisos.

Qué puedo ver

Los pueblos de la provincia de Segovia cuentan con una gran riqueza artística y patrimonial y Sebúlcor no podía ser menos.

  • Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz

A la orilla del Duratón nace de la roca un majestuoso convento, el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz, un conjunto monasterial, hoy en ruinas. Fue fundado en 1231 por la orden franciscana, que lo ocupó hasta su abandono en 1835 debido a la desamortización de Mendizábal. En su interior se rendía culto a la imagen de Nuestra Señora de la Hoz. Fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) en 2012.

Monasterio de la Hoz. Hoces del Duratón

En 1953 con la construcción del Embalse de Burgomillodo que anegó la parte bajo de las hoces del Duratón se cerraron los accesos habituales que tenía el convento, uno por el oeste, llamado ´Portillo de las Tres Cruces´; otro por el sur, llamado ´Portillo de Pedraza´; y un último y menos utilizado conocido como ´Camino de Sepúlveda´. En la actualidad, el acceso se debe realizar por barca a excepción de las épocas en las que el nivel de agua del pantano permita pasar por tierra.

  • San Miguel de Neguera y el Palacio de los González de Sepúlveda

San Miguel de Neguera es una aldea despoblada desde mediados del siglo XX, ubicada a la orilla del río San Juan, en el término de Sebúlcor, que junto al Duratón conforman el paisaje fluvial de la zona.

En un documento de 1076, por el que el rey Alfonso VI cede al abad Fortunio y al monasterio de Silos el lugar de San Frutos, se habla del ´vado de Neguera´. Ya en 1247 era una aldea diminuta que pagaba al obispo de Segovia solo dos maravedíes. En 1632 se desmiembra esta parroquia de la del Salvador de Sepúlveda y queda incorporada a Sebúlcor, nombrándola ´El Varrio´ en 1759, con seis vecinos, y ´Barrio de San Miguel de Neguera´ en 1826 con once vecinos y cincuenta habitantes. Desde esta fecha, su número de habitantes fue disminuyendo hasta llegar al estado en ruinas y de despoblación en el que se encuentra en la actualidad.

Ruinas del Palacio de los González de Sepúlveda

El Palacio de los González de Sepúlveda, declarado BIC en 2022, se trata de un monumento en ruinas de propiedad privada. Su origen medieval, data de finales del siglo XV, fundado por la familia González de Sepúlveda, uno de los linajes más distinguidos de la provincia. Dos de sus cuatro paredes están apuntaladas para conservar la infraestructura.

Su máximo interés artístico reside en la portada principal, construida en sillería y distribuida en los tres niveles del edificio. Cabe destacar uno de los elementos mejor conservados, que es un escudo familiar sostenido por las garras de un águila.

  • Ermita de San Frutos

Para acceder a la Ermita hay que llegar a Villaseca y desviarse por una pista en buen estado que está señalizada. Se encuentra al borde de un acantilado en el parque de las Hoces del río Duratón, desde donde se puede contemplar una de las mejores vistas del parque.

La Ermita de San Frutos es una construcción románica que data del siglo XII cuya fundación se atribuye a San Frutos y a sus dos hermanos que eligieron este lugar para dedicarse a la vida contemplativa. No puedes dejar de visitar este lugar y conocer todo lo que entraña la labor del santo eremita en este paraje.

Qué nos ofrece Sebúlcor

Piragüismo

Para los amantes de las actividades acuáticas, Sebúlcor nos ofrece la posibilidad de conocer el entorno de las Hoces del río Duratón en piragua.

Rutas de senderismo

  • Convento de la Hoz

La ruta (Convento de la Hoz) que sale desde Sebúlcor se extiende a lo largo de 13 kilómetros (ida y vuelta) y con una dificultad baja, nos acerca a los cortados del cañón para un poco más adelante poder contemplar las ruinas del Convento desde lo alto.

  • Mirador de la Encina y Presa de Molinilla
Senda de la Molinilla

Esta ruta nos permitirá disfrutar de un maravilloso paisaje de encinas que se extiende hacia la tierra de pinares surcada por el arroyo del Charco Redondo. Pero también está la ruta ´Senda del Arroyo de las Fuentes´ o la del ´Río San Juan´.

  • Tradiciones

En Sebúlcor hay una gran tradición a los juegos tradicionales como el Chito, los Bolos y pelota a mano que se mantiene hasta el día de hoy jugándose campeonatos en todas las fiestas.

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