Considerado por muchos como «un oficio de toda la vida», los gabarreros , personas cuya vida y oficio gira en torno al monte y especialmente a la extracción de leña de este, celebra un año más en El Espinar la dura pero necesaria labor de este trabajo, siendo este el XXV Aniversario de su fiesta oficial. Por ello, y dado que es una de las tradiciones más únicas y singulares que existe en la provincia, junto con el aniversario que coincide este año, conozcamos esta labor y a sus protagonistas.
El duro trabajo del gabarrero
La palabra gabarrero tiene como significado «el que saca leña del monte y la transporta para venderla». Esta actividad ha sido hasta hace no muchos años la profesión a la que muchos han dedicado una vida entera. El Espinar, Rascafría, Cercedilla, Guadarrama, Navafría o Valsaín, localidades enmarcadas en la sierra de Guadarrama, son algunos de los municipios en los que muchos de sus habitantes han vivido y aún hoy viven, aunque en menor grado, de la gabarrería.
Aunque aparentemente simple, la gabarrería es más compleja de lo que parece. No sólo por las dificultades físicas, sino también por su regulación jurídica, en la que existen incluso restos de derecho, como la dada por Carlos III en fecha de 27 de septiembre de 1761, denotando la antigüedad ha tenido y tiene el trabajo del gabarrero.
El gabarrero, en principio, sólo puede recoger la leña seca. Para ello recorre el monte junto a su caballería y allí donde encuentre esa madera se detiene para recogerla.
Además, cuando los madereros realizan talas en el bosque, previamente señaladas, los gabarreros madrugan para obtener la mejor madera, ya que se recoge en orden de llegada. El primero en llegar al lugar de la tala tendrá opción a llevarse la leña del primer pino talado y así consecutivamente hasta el ultimo de ellos.
Otro aspecto curioso de este oficio eran las relaciones entre los gabarreros y los guardas del pinar, unas que eran especialmente tensas. A veces, por falta de leña seca, la única extraíble de los montes por los gabarreros, para completar la carga, cortaban la leña de arboles vivos. Si eran descubiertos, eran denunciados. y denunciados con multa. Por ello existía una suerte de vigilancia mutua, donde los gabarreros vigilaban los posibles movimientos de los guardas del bosque y estos sobre los gabarreros.
Y es que esta zona de monte no se trata de uno cualquiera. Los pinares de Valsaín, tanto desde el punto de vista forestal como ecológico, son una de las reservas naturales más importantes de España. Propiedad desde el medievo de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, la Corona vio en ellos un bien codiciado y realizó su adquisición en 1761, según una Real Orden de Carlos III, asegurándose así una expansión de terreno a la Corte de verano ubicada en La Granja de San Ildefonso.
Ya desde la ladera de la sierra se puede apreciar la enorme masa boscosa de pino silvestre que se extiende por las laderas de la sierra. Esta, según dicen «es la mejor madera de los pinos españoles». Y aunque de este tipo de pino existen masas en los Pirineos, Burgos, Soria, Cuenca y Teruel, merecen especial atención los pinares de Valsaín (Segovia), por sus pinos de excelente calidad. Y es que estos han suministrado madera para la construcción de casi todos los palacios, conventos y casas nobles en un radio de casi 100 kilómetros a la redonda.
En la actualidad, es la única de las maderas españolas que tiene aprobada marca de garantía, registrada como ‘Madera de Valsaín’.
Por ello, para las comunidades que han vivido al pie de estos montes, con el bosque y con la madera, han constituido una de sus principales fuente de riqueza. No es extraño que, generaciones y generaciones hayan hecho del pinar su forma de vida. La labor ejercida por los gabarreros especialmente importante para el bosque, ya que al retirar esa madera seca lo libran de las plagas y de potenciales incendios, ya que al retirar esta madera evitan la posible propagación en caso de que se produzca uno.
El principal destino de esta leña era el de calentar hogares, quemándose en estufas o calderas de calefacción.
Otro de los destinos tradicionales era su aplicación como combustible en la Real Fábrica de Vidrio de La Granja, en Intendencia o en la Fábrica de Loza de Segovia. En estos casos exigía un suministro continuo, ya fuera en invierno como en verano.
En la actualidad, han desaparecido los gabarreros dedicados al oficio a tiempo completo. La mayoría han encontrado empleos estables en aserraderos, en empresas madereras, en la fábrica de cristal de La Granja o como vigilantes del pinar.
Ahora bien, estos mismos hombres que hasta ayer recorrieron las empinadas laderas de la sierra, no se resisten a dar definitivamente la espalda a su oficio. Algunos, en las horas libres que les deja su trabajo, suben al monte con la caballería o con sus coches, para recoger leña para su propio domicilio o para poder realizar pequeñas ventas. A la puerta de casi todas las casas de esta zona se amontonan grupos de leña de medianas proporciones, que son testimonio de que su vinculación con los pinares que persiste.
La celebración del XXV aniversario
Como comentábamos al principio, la celebración de la fiesta de este año, ya declarada de Interés Turístico Regional con un claro objetivo de ser de Interés Turístico Nacional, cae en aniversario. La ciudad de Valladolid será el escenario elegido este sábado como tarjeta de presentación de la Fiesta, que lleva años arrancando fuera del municipio (en años anteriores arrancó en Madrid, la ciudad de Segovia o en San Lorenzo de El Escorial entre otros). Con ello, se busca ampliar su difusión y acaparar visitantes de las provincias cercanas.
Desde el 1 hasta el próximo domingo 10 de marzo se celebrarán por todo el municipio exhibiciones de antiguas prácticas del oficio, desfiles, bailes, charlas, presentaciones de libros (como el de “Gabarrero de Luna” de Juan Andrés Saiz Garrido), marchas por el monte o actuaciones musicales.
Durante toda la Fiesta se podrá asistir además a degustaciones populares y a jornadas gastronómicas en las que restaurantes del municipio elaborarán menús especiales con productos tradicionales para todo aquel que quiera disfrutar de una buena comida.
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